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Inteligencia emocional en proyectos

Actualizado: 15 feb 2022

Aristóteles decía: “Enojarse es fácil. Enfadarse con la persona adecuada en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto; eso si que es difícil”. Algunas personas consideran que, especialmente en los negocios, las emociones no son muy importantes y nada más alejado de la realidad.



¿Te ha tocado tratar alguna vez con alguna persona especialmente amable, que saluda como si realmente le importara saber cómo estás? o ¿alguien qué se preocupa con respecto a lo que tú piensas durante la negociación de un conflicto a resolver? Yo he identificado escenas así en el supermercado, en una reunión directiva o en un gimnasio. Cualquier persona en cualquier momento puede mostrar que vive con inteligencia emocional. Es una actitud especial ante la vida.

En proyectos, se viven emociones diversas y muy intensas. La naturaleza incierta y única de los proyectos es parte de la razón. Por comentar algunas causas: la incertidumbre, la gestión de muy diferentes intereses, las relaciones de autoridad temporales, la presión por cumplir con el alcance en el presupuesto y tiempo comprometido. Todo esto puede exacerbar las emociones de cualquier grupo. El que no maneja sus emociones adecuadamente puede desperdiciar un enorme potencial propio y de los demás, y lo peor, no disfrutar sus actividades del día a día, como principales generadores de satisfacción.


Se requiere de mucho más que gente con coeficiente intelectual alto para lograr que un proyecto tenga éxito. Según Daniel Goleman, el coeficiente intelectual incide máximo el 20% del resultado, la forma como nos relacionamos con los demás, representa el 80%.


La inteligencia emocional es una habilidad para percibir, asimilar, comprender y regular las propias emociones y las de los demás, promoviendo un crecimiento emocional e intelectual propio y del grupo. Según el libro de Goleman titulado "Inteligencia Emocional", es la capacidad de motivarse a uno mismo para lograr una estabilidad emocional plena.


Hoy en día hay mucha investigación e importantes hallazgos sobre el funcionamiento del cerebro, lo que facilita la comprensión del comportamiento y cómo podemos incidir en la actitud propia y de otros para lograr ambientes positivos y productivos.

La inteligencia emocional requiere que la persona sea capaz de:


  • Tener autoconciencia de las emociones propias. Identificar qué es lo que la persona siente, ponerlo en palabras, le facilita evaluar qué necesita y cómo puede gestionarlo. Esto no significa actuar con base sólo en impulsos o solo en información racional, sino decidir conscientemente cómo actuar ante lo que irremediablemente ya está sintiendo.

  • Gestionar las emociones. Hay una famosa investigación realizada con niños a quienes sentaron frente a un malvavisco. Ellos podían comerse el malvavisco o esperar algunos minutos para comérselo con lo que obtendrían 2 malvaviscos. El 30% de los niños esperaron. Al dar seguimiento a los chicos que participaron en el estudio, notaron que los chicos que lograron posponer el disfrute, eran chicos con calificaciones muy superiores en la Universidad, eran personas más estables, con más amigos y más seguros de sí mismos. Una persona que puede soportar la presión y posponer el disfrute cuando es necesario soportando la frustración, podrá tomar mejores decisiones.

  • Autoconfianza. Todas las personas nos enfrentamos a obstáculos, la diferencia es lo que la persona se dice a sí mismo ante el obstáculo y el error. Las personas optimistas son capaces de reponerse más rápidamente ante los problemas.

  • Empatizar con los demás. Mostrar comprensión e interés legítimo por la situación del otro, sabiendo que no hay certeza en lo que el otro vive o siente. La persona busca responder de forma apropiada y honesta.

  • Desarrollar las emociones sociales. Las emociones son contagiosas, y la persona inteligente emocionalmente aporta energía positiva al ambiente. Es capaz de abordar una diferencia, poner un límite o realizar un reclamo que genere aprendizaje y compromiso.

Todos podemos aprender a tener la capacidad de vivir mejor cada día de nuestra vida al fortalecer las habilidades de comunicación, negociación, manejo de conflicto y liderazgo. Son herramientas útiles en la vida personal y profesional. Hay evidencia de que la salud emocional está directamente relacionada con la salud física y la productividad. Las personas que están crónicamente alteradas o presionadas, presentan el doble de probabilidad de sufrir enfermedades crónicas graves.


La buena noticia es que se puede aprender y aplicarlo es muy satisfactorio porque los resultados son inmediatos. El que es inteligente emocionalmente en el trabajo, también se comunica mejor en su casa, con sus amigos y con él mismo.


¿Qué impacto crees que tienen los proyectos en tu vida? ¿En el ámbito nacional e internacional?

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