El mercado de la industria automotriz es cada vez más sofisticado y la competencia es feroz. Para la fabricación de vehículos han de realizarse proyectos con importantes restricciones de costo, especificaciones rigurosas y fechas de entrega inamovibles.
El manejo adecuado de la incertidumbre siempre es importante, pero en este entorno es fundamental contar con herramientas prácticas para la gestión de riesgo.
Los últimos años han traído enormes retos y cambios de paradigmas para las empresas de fabricación de autos, debido a:
la enorme reducción en las ventas
problemas en la cadena de suministros; y
la entrada inminente de autos eléctricos
Bajo este ambiente de estrés, en un entorno hasta cierto punto estructurado derivado de años de implementar conceptos de lean manufacturing y calidad total, hoy enfrenta la necesidad de realizar continuamente nuevos productos, implementar cambios rápidos a los existentes y modificar las líneas de producción, con la extraordinaria calidad que ese segmento requiere.
Por ello se vuelve crucial para estas empresas utilizar metodologías para la gestión de riesgos en sus proyectos, con objeto de disminuir la posibilidad de tener desviaciones en los objetivos de producción.
Alejandro Mota, Senior Program Manager y Representante de la Oficina Global de Proyectos de GKN Driveline, cliente de Avanza desde hace más de 10 años, nos comparte su opinión sobre los retos que enfrenta la industria hoy en día:
“Desde mi perspectiva, los 3 retos que estamos viviendo en la industria para adecuarnos al entorno cambiante son:
Empujar por las cadenas de suministro y de contenido regional, considerar la holgura para que los proyectos permitan el desarrollo de proveedores locales/regionales, mitigando el impacto que los problemas logísticos han generado.
Promover el uso de metodologías ágiles típicas en proyectos, para los procesos de APQP.
Prototipado con pruebas y tecnología de avanzada digital para análisis predictivos, con el fin de acortar drásticamente el tiempo de pruebas.”
Hoy es patente la necesidad de identificar riesgos e incertidumbre en todas las etapas de los proyectos y en sus principales grupos de actividades, evaluarlos cuidadosamente y establecer estrategias y acciones concretas para su manejo; así mismo procurar mejores herramientas de gestión para sus líderes de proyecto.
A través de una gestión ordenada y sistemática del riesgo en los proyectos es posible disminuir las desviaciones de costo, tiempo, alcance y calidad. Existen prácticas probadas que están disponibles y que han demostrado ahorros de más del 30% en costos o “time to market”. Sin embargo, es indispensable que cada empresa ajuste su propia metodología de gestión de riesgo con base no sólo en estas mejores prácticas globales, sino incluyendo también su experiencia en el desarrollo de proyectos.
Para concluir, quisiera puntualizar que la gestión de riesgo es una cultura en sí misma, no sólo son herramientas y formatos; implica tener la capacidad de crear foros donde sea posible enfrentar la incertidumbre de forma abierta, ordenada y precisa.
Hablar de la vulnerabilidad de un proyecto – riesgo – es hablar en muchos casos de las debilidades de la propia organización, es referirse a aquello que podría salir mal; y esto no se logra en el ambiente común de una reunión de seguimiento de proyectos.
Sólo estando consciente de su implicación en términos de costo y beneficio, es posible tomar acciones preventivas para hacer frente al riesgo.
En Avanza te ofrecemos programas que ayudarán a transmitir a los participantes, no sólo de la industria automotriz, sino de cualquier giro, la esencia de la gestión de riesgo en proyectos. Si quieres conocer más al respecto, envíanos un correo a contáctanos dando clic aquí o llámanos al 442 218 1893
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